martes

Pablo Neruda

Quiero que sepas una cosa. Tú sabes cómo es esto: si miro la luna de cristal, la rama roja del lento otoño en mi ventana, si toco junto al fuego la impalpable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña, todo me lleva a ti, como si todo lo que existe, aromas, luz, metales, fueran pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan. Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme dejaré de quererte poco a poco. Si de pronto me olvidas no me busques, que ya te habré olvidado. Si consideras largo y loco el viento de banderas que pasa por mi vida y te decides a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces, piensa que en ese día, a esa hora levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra. Pero si cada día, cada hora sientes que a mí estás destinada con dulzura implacable. Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme, ay amor mío, ay mía, en mí todo ese fuego se repite, en mí nada se apaga ni se olvida, mi amor se nutre de tu amor, amada, y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos.

No sé, me importa un pito.

No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de sorportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma! Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres... ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte. Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo. ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo! Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

Girondo

Cansado, sobre todo, de estar siempre conmigo, de hallarme cada día, cuando termina el sueño, allí, donde me encuentre, con las mismas narices y con las mismas piernas; como si no deseara esperar la rompiente con un cutis de playa, ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia, acariciar la tierra con un vientre de oruga, y vivir, unos meses, adentro de una piedra.

lunes

Axel F

El tiempo es hoy, tenes que entender, que ayer ya paso y mañana no fue. En mi corazón te espera un rincón en donde crecer en paz sin temor. Y que cada dia, mirando las estrellas, hagamos la promesa de ser siempre uno los dos. Solo quiero verte reír, solo quiero hacerte feliz !

jueves

the rain song

Esta es la primavera de mi amor, la segunda estación que he de conocer. Tu eres la luz que me hace crecer. He sentido tan poco calor antes, no es dificil sentirme brillar; estuve mirando el fuego que apenas ardía, es el verano de mis sonrisas. Huíd de mí, Guardianes de las Tinieblas. Háblame sólo con tus ojos, es a tí a quien doy esta canción, no es tan dificil de reconocer, estas cosas nos resultan claras a todos de vez en cuando. Habla, habla, he sentido el frío de mi invierno, nunca pensé que se pudiera marchar. Maldije las tinieblas que cayeron sobre nosotros, pero sé que te quiero tanto. Estas son las estaciones de la emoción y como el viento, se levantan y caen. Esta es la maravilla de la devoción, veo la antorcha que todos debemos portar, este es el misterio del cociente, debe caer un poco de lluvia sobre nosotros, sólo un poco de lluvia.

THE BEATLES

What can I do, what can I be?
When I'm with you I want to stay there
If I'm true I'll never leave
And if I do I know the way there

miércoles

¿Por qué la mujer siempre pregunta?
¿Me querés? ¿Cómo me queda? ¿Me extrañás? ¿Estoy linda? ¿Mejor éste o éste? ¿Querés? ¿Te conté .. ? ¿A que no sabés quién .. ? ¿ Te gusta? ¿Qué te parece?.
Chismosas. Demandantes. Coquetas. Dulces. Negadoras. No, no, negadoras no. Fantasiosas. Exigentes, muy exigentes. Perceptivas, intuitivas, sensibles. Mentirosas. Frívolas. Envidiosas, competitivas, celosas, posesivas. Inseguras, por sobre todas las cosas.
La guerra de los sexos. Una pavada con la que hay que terminar. No competimos, nos complementamos. No somos iguales, aunque buscamos lo mismo: Que nos quieran.

Clowns - t.a.t.u

Sopla un beso, yo corro a través del aire. Deja el pasado, no lo encuentres nunca; bosques flotantes en el aire, payasos todos alrededor de ti, payasos que sólo te dejan conocer dónde dejar ir tus sentidos, payasos todos alrededor de ti. Es una cruz que debo llevar, toda esta negra y cruel desesperación. Esto es una emergencia, no desvíes tus ojos de mi. Ábrelos y mírame ahora ¿Puedes verme ahora? ¿Puedes ver? Mírame aquí en el aire sin agarrarme a ninguna parte, pero sosteniéndome así tengo cuidado, tengo secretos que no quiero compartir.

Amelié Poulain

Bien pequeña Amélie, tus huesos no son de cristal, tú puedes con los golpes de la vida. Si dejas que pase esta oportunidad, entonces tu corazón se hará tan seco y frágil como mi esqueleto. Así que ¿Qué esperas? ve por él, por Dios !